
Castillo de San Fernando
Castillo de San Fernando:
El Castillo de San Fernando de Figueres, una de las fortificaciones militares estrelladas más grandes e importantes del mundo, se construyó entre 1753 y finales del siglo XVIII por los ingenieros militares Juan Martín Zermeño y su hijo Pedro.
Ubicado en el Ampurdán sobre una antigua colina donde se encontraba un convento de Capuchinos, su objetivo era albergar a 10.000 soldados y 500 caballos para resistir asedios durante un año, sirviendo como cierre de la frontera francesa tras el Tratado de los Pirineos (1660). Aunque concebido como un conjunto autónomo con cisternas, almacenes, arsenal, hospital, iglesia y panadería, su gran magnitud impidió su finalización completa. A pesar de esto, se convirtió en un referente de las fortificaciones militares estrelladas. A partir del siglo XIX, perdió su función defensiva, utilizándose como acuartelamiento. Actualmente, su uso militar es limitado, albergando dependencias representativas y de servicios para militares. El diseño del castillo incorporó diversos elementos de fortificación existentes, como recintos interior y exterior, baluartes, revellines y cisternas con capacidad para 9 millones de litros de agua y camino cubierto. Con 32 hectáreas y 3.120 metros de perímetro, el castillo, originalmente para 4.000 hombres, es el monumento más grande de Cataluña y la mayor fortaleza moderna de Europa, ofreciendo una visita única por su tamaño, ingeniería y conservación.